sábado 16 julio. 00:15 h. Rest. ALBERGUEJavier Vercher Trío
  • Javier Vercher (saxo tenor)
  • Dee Jay Foster (contrabajo)
  • Martin Andersen (batería)

Poco importa que Javier Vercher sea madrileño de nacimiento y valenciano de adopción. Defender un origen geográfico sólo tiene sentido si se está dispuesto a morir por él, y no creo que sea el caso del saxofonista, que bien pronto entendió que las fronteras que cabe preservar con la firmeza de las pasiones tienen que ver con las que se encuentran en el territorio de las ideas. Una de ellas le llevó a ampliar su formación en los dominios vernáculos del jazz, primero en Boston y luego muy cerca del lugar en el que Sonny Rollins se dejaba ver en sus periodos sabáticos, allá por el puente de Williamsburg. Con una propuesta menos efervescente que la del también saxofonista Llibert Fortuny, aun así igualmente prodigiosa, el joven Javier Vercher (1974) ha venido ofreciendo con cuentagotas sus apariciones discográficas. Desde aquel ya lejano trío de «Introducing…» (FSNT, 2005), junto a invitados de la talla de Bob Moses y Robert Glasper, pasando por un trío insólito de miras africanas que borda «Wheel of Time» (FSNT, 2007) en compañía de Ferenc Nemeth y Lionel Loueke, hasta su mano a mano con el saxo alto Perico Sambeat que ha quedado registrado en «Infinita» (FSNT, 2009).

Tras sentir de cerca el clamor de vítores ajenos, Vercher está de regreso al hogar —el único, el de su propia música—, aunque no llega solo. Viene acompañado por la fresquísima guitarra de Loueke y el resto de un quinteto que echa de espaldas: todos ellos conocen las labores del mercenariado, aunque hace ya tiempo que pasaron de promesas a realidades insoslayables. Sam Yahel se encarga del piano (a pesar de ser un excelente organista), Francisco Mela sigue ascendiendo al olimpo de los bateristas, y en cuanto a Larry Grenadier, hace ya mucho que alcanzó la talla de maestro con su bajo.

El propio título del trabajo destila los efluvios de la atmósfera meditabunda que pervive en toda la grabación, no únicamente en el tema homónimo. «Style and Grace», sin ir más lejos, se desarrolla en un ir y venir entre la tradición y la innovación, defendiendo su reflexión de largo aliento siempre desde el terreno de lo acústico. El tenor de Vercher se desdobla en «Vivi,» el único tema que no es de su autoría, sino que lo firma Loueke con muy buena mano. El corte sirve, asimismo, para mostrar las dotes de cada uno de los músicos que acompañan a Vercher en esta aventura. Por momentos recuerda al lirismo de Abdullah Ibrahim con los Ekaya, en otros se destila la ingravidez de los pasajes oníricos más logrados del «Highway Rider» (Nonesuch, 2010) de Brad Mehldau, por poner ejemplos próximos en el tiempo.

 

Muchas podrían ser la fuentes para Wish You Were Here, aunque la única certeza es que juntos como quinteto, estos magos del sonido (por utilizar el nombre de otra de las composiciones) han conseguido poner en pie uno de los pocos trabajos que pasarán la prueba del tiempo sin dificultades. Si son de los pocos a los que la crisis todavía no les ha vaciado los bolsillos, hagan la prueba: compren dos ejemplares; el primero lo escuchan cuanto gusten, que no serán pocas veces. Metan el segundo en una cápsula del tiempo y ábranla de aquí a una década. Verán que contiene música imperecedera. De paso comprobarán que la carpetilla que la envuelve y preserva también tiene en sus genes esa condición de clásico indiscutible. Esa es también su baza para el futuro.

DEE JAY  FOSTER

Dee Jay Foster, nace en Rota en Marzo de 1980.  A los 18 años se va a estudiar bajo eléctrico a Berklee College of Music en Boston.  Una vez en Estados Unidos, estudia con Pat Martino, Dave Liebman, Joe Lovano, Charlie Banacos, y Jeff Berlin.  Acaba tocando en grupos en Boston y Nueva York con artistas como el Leo Genovese, pianista de Esperanza Spaulding, el trombonista y pedagogo Hal Crook, Ian Froman, batería de David Liebman, y Bob Gullotti, batería de The Fringe.

Además de tocar jazz, Dee Jay también toca en muchos clubs con algunas de las mejores bandas de funk y r&b de Boston. En el 2005, es elegido por Herbie Hancock y Wayne Shorter como uno de tres finalistas para el “Thelonious Monk Institute of Jazz” en Los Angeles.  Desde que se muda a Barcelona en el 2008, ha tocado en el Javier Vercher Quintet, Ernesto Aurignac Quartet, Enrique Oliver Quartet, Roger Mas – Jo Krause Trio, Voro García Quartet, Raynald Colom Quartet, Felix Rossy Quintet, y Llibert Fortuny Trio. También ha trabajado con los siguientes músicos: Gilad Hekselman, Jorge Rossy, David Binney, Bill McHenry, Albert Sanz, Peter Bernstein, Mike Kanan, Eli Degibri, Perico Sambeat, Dayna Stephens, RJ Miller, Avishai Cohen, y Ferenc Nemeth.

MARTIN  ANDERSEN

Este joven músico es ya un viejo conocido en Ezcaray. Ha estado presente en muchas ediciones de este festival con diversas formaciones musicales teniendo todas ellas un denominador común, la calidad y seriedad.

Es uno de los baterías más prolíficos en el mundo jazzístico. Lo mismo le vemos actuando en Dinamarca, Noruega, Suecia, Italia, España, Sudáfrica, Estados Unidos, Vietnam que en  la misma India.

De su calidad musical sobran las palabras, la demuestra día a día en el escenario. Su simpatía personal la traslada a su batería con un resultado espectacular que hace de sus actuaciones auténticas clases magistrales que las recordamos año tras año. Se dio a conocer prácticamente con uno de los grupos daneses más representativos del país nórdico, Pierre Dørge & New Jungle Orchestra. Este año lo veremos por partida triple como el único representante danés en este festival que siempre rinde homenaje al admirado  Ebbe Traberg.